TERESA RODRÍGUEZ OBAYA. VILLAVICIOSA

Mi nombre es Teresa Rodriguez Obaya y nací en Sariegu Muertu (Sanjusto), donde la carretera del Pedrosu, el 12 de diciembre hace 81 años.

Eramos tres hermanos y tres hermanas. Mis padres trabajaban en el campo. Mi madre llevaba a mis hermanas gemelas en una cesta y las posaba en la tierra para poder trabajar.

Fui algo a la escuela, por un camino malo y de madreñes, tenía que andar 1,5 kilómetros cargada con un cabás de madera que pesaba mucho. Fui a la escuela hasta los 14 años, pero aunque iba a la escuela trabajaba en el campo, iba a la “yerba”, la llevaba para casa y me metía en la tenada a pisarla.

 Teníamos vaques y vendíamos la leche, pasaba un burro con unos bidones, porque de aquella no había camión. También nos divertíamos algo, al oscurecer, y en la escuela: a la cuerda, a les piedriquines, a la palilla, los hombres iban delante cogiendo trigo y nosotras apañábamos las espigas, jugábamos a “pelucar”.

Fui a Grases a aprender a bordar hacia los 17 años.

A los 22 años conocí a mi marido. Me casé a los 24 años y vine para La Villa. Estuve 43 años casada y tuve un hijo y una hija. Mi marido trabajó en la fábrica El Gaitero y en Nestlé. Yo trabajé 21 años para 4 mujeres que eran hermanas y me ocupaba de atenderlas en su casa.

Cuando me quedé viuda lo pasé muy mal, estaba muy triste y deprimida. Una amiga me recomendó empezar a participar en los talleres del Programa Mujeres con Tiempo Propio que se impartían en las escuelas de Villaviciosa. 

    

Cuando se formó la Asociación Mujeres con Tiempo Propio fui de las primeras. Todas se han portado a cual mejor conmigo. Si no fuera por la asociación creo que me hubiera muerto, pues cuando enviudé me quedé sin memoria, dormía mal, y empecé a mejorar desde que me relaciono con las socias. También tengo otro grupo de amigas, con las que voy a jugar a las cartas. Depende de la actividad que tenga, puedo ir con ellas todos los días.
Solemos reunirnos los jueves por la tarde y me gusta hacer labores. Hice una chaqueta y me ayudaron a terminarla y un chaleco que me quedó guapísimu. “Cualquier cosa que lleva, todo iqueda bien” dijo un hombre al veme pasar. Una mujer me dijo que esi chaleco tan guapu, hazme uno que te pago lo que sea, y yo le dije que no, que lo habíamos hecho entre unes cuantes.

Participo en todo lo que se organiza, voy a todos los talleres y a todas las excursiones a no ser que esté mala.
Recordamos a Marta, Margarita, Conchita, Enedina y Gloria, que ya no están con nosotras.