Nació
el 1 de abril de 1924 en Santarosa, en Mieres. Era la última de 9 hermanos, 6
hermanas y 2 hermanos, a los 3 años quedó huérfana de padre.
Empezó a los 6 años a la escuela
hasta los 14 recién cumplidos, no se podía ir ningún día más. No aprendió mucho dice ella, porque los maestros
enseñaban más a las niñas ricas del pueblo, pues recibían regalos de sus
familias. Todo lo que sabe ahora, fue la experiencia de la vida y las
enseñanzas del programa “Tiempo Propio”.
Estuvo desde los 15 hasta los 24
años bajando de Santarosa a Mieres con cuatro lecheras metidas en una maniega
sobre la cabeza, todas ellas pesarían alrededor de 25 litros, tenía que caminar
durante ocho kilómetros.
Su familia era muy humilde, por
lo que repartían muy bien las tareas del hogar de forma equilibrada.
Su Primera Comunión fue muy
importante para ella, quería comulgar porque daban chocolate con galletas. La
ropa que vistió ese día fue reciclada de los uniformes de la guerra de sus
hermanos. Su hermana le hizo una falda y una chaqueta, todo ello combinado con
unas alpargatas.
Julia, siempre fue y es muy
avispada, ya de pequeña, al ver que a su vecino le traían muchas cosas los Reyes
Magos no entendí el porqué a ella no. Así que le preguntó a su hermana y esta
le dijo que dejará la zapatilla en la ventana, y esa vez le trajeron dos
terrones de azúcar.
Se casó a los 24 años y tuvo una
hija. Trabajó en la Cruz Roja durante 9 años en la lavandería. Su interés por
aprender empezó ya de joven, asistía a cursos de costura y de cocina. Ya en la
edad adulta comenzó a ir a talleres de gimnasia, taichí, y participó en muchas
excursiones y viajes culturales.
Su llegada al Programa Tiempo
Propio fue en el 2004, la informó una compañera que ya había comenzado los
cursos en la anterior edición y la animó a participar. Julia comenta que es lo
mejor que pudo hacer, pues hizo muchísimas amistades. Le gustó mucho participar
en los talleres de envejecimiento activo, pintoras asturianas, animación a la
lectura,…
Nunca faltó a ninguna sesión de los talleres a los que se apuntaba. Además, también participó en todos los intercambios culturales que se realizaban con otros municipios que participaban en el programa.
Nunca faltó a ninguna sesión de los talleres a los que se apuntaba. Además, también participó en todos los intercambios culturales que se realizaban con otros municipios que participaban en el programa.
Su llegada a la asociación fue en
el 2007, justo después de terminar el programa, pues quiso seguir realizando las
mismas actividades que realizaba con el programa, le gusta la dinámica de
trabajo que se imparte en los talleres. Con la asociación también realizó
viajes culturales al Palacio de la Magdalena en Santander, a las Cuevas del Soplao,
a las medulas en Ponferrada, a Colombres.
Cada mes va a comer con las
antiguas compañeras del Programa Tiempo Propio. Y en cada fin de taller de esta
asociación lo celebra con una comida o con una merienda.
Sus compañeras y amigas de esta
vocalía opinamos de ella, que es una mujer extraordinaria por la forma de
contar historias, tiene una vitalidad envidiables, contagia alegría, siempre
tiene una sonrisa en la boca, muy buena compañera. Les encantaría llegar con su
edad con esa alegría que tiene. Es una persona franca, no le gusta la
hipocresía. Da buenos consejos y es un ejemplo a seguir. Señora muy activa,
solidaria, amiga de sus amigas. Es un poco abuela-madre de todas.
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