El relato de "Tia Elvira" empieza haciendo referencia a como nos educan en el miedo a la oscuridad, y cómo dependiendo de nuestras fuerzas y de nuestra imaginación, ese miedo se puede convertir en valentía.
- ¿Qué destacas del personaje?
- ¿Qué es lo que más te gusta de ella? ¿y lo qué menos?
(...)" De niña, a la tía Elvira le daba miedo la oscuridad. Creían sus hermanas que porque en lo oscuro no se puede ver nada, pero la razón de su miedo era exactamente la contraria: ella en lo oscuro veía de todo.
Decían que la tía Elvira estaba siempre un poco fuera de la realidad, pero en los ratos que le dedicó aprendió a bordar como cualquier otra señorita que se respetara, a tocar el piano sin aporrearlo, a cantar todo el cancionero decente, incluidas las nueve más hermosas versiones del Ave María.
(...)
Se sabía en la ciudad que la tía Elvira Almada no sólo estaba más llena de opiniones que un periódico contestatario, sino que también tenía prácticas raras.
(...)
En cambio, la tía Elvira y su ombligo iban despertando por ahí de las once. Pasaban la mañana leyendo novelas y teorías sociales, hasta que la fiereza con que el ombligo sentía hambre indicaba la hora de entregarse al uso de jarras y palanganas para irse lavando todo el cuerpo de un modo disperso pero acucioso.
(...)
La Tía Elvira era de niña una soñadora con mucha imaginación, como si estuviera fuera de la realidad.
ResponderEliminarEra habilidasoa, pues aprendio a cocinar con las enseñanzas de su abuela.
Se parecia a su padre en la independencia en no ser ocmo las demás jóvenes de su edad, ni en sus horariros ni en sus sueños nocturnos.
Procuraba coincidir en la comida con su papá y a ella le encantaba escuchar a su padre hablar de sus proyectos de sus negocios.
Era como su padre una gran emprendedora y le admiró cuando le oyó decir que había comprado unos terrenos en la costa de Acapulco, por cierto terrenos que tuvo que vender ante la amenaza de su madre de divorciarse de él.
Tía Elvira era una admirador de la naturaleza y subía andando al cerro a contemplar el sol.
De ese cerro desapareció una tarde pues la secuestraron pero hasta ese episodio tan trágico de su vida supo tía Elvira sacar provecho.
Tuvo la habilidad de hablar con su secuestrador y convencerle de aque no le tapara la boca, y luego fue tan hábil que fingió dejarse llevar por las pretensiones del muchacho que lo desnudo y echo a correr abrazada al montón de ropa.
Llegó donde estaba sus familia, se abrazo a aus padre el cual se reprochaba que todo lo sucedido a su hija fue por vender Acapulco, a lo que ella le suplicaba "no te mueras, lo volveremos a comprar, no te mueras".
La tía Elvira tanto adoraba a su padre que cada negocio que emprendia era en honor a él. Se entretuvo toda su vidad en los negocios que su padre no pudo hacer.
"Ya ves papá le decía frente al mar, volcimos a comprar Acapulco".
De tía Elvira destacaría su valentía en aquella sociedad con tantos convencionalismo. Ella era un ser libre, pero muy cariñosa sobre todo con su padre.
Eran dos almas gemelas. De la tía Elvira me gusto todo. MARIA CAMPORRO
ResponderEliminarTia Elvira. Lo que más me gusta es el gran cariño que siente por los suyos, admiro su valentía y sacrificio y lo que menos su poca iniciativa y su indiferencia para todos los problemas.
Manuela Ferreiro. Grupo de Llnes.