martes, 4 de noviembre de 2014

MIS DISTINTOS RECUERDOS DE LA ESCUELA



   Mis recuerdos de la escuela los dividiría en tres fases o etapas diferentes. Supongo que tendría unos 5 o 6 años cuando empecé a ir, a dos kilómetros de casa, un camino que recorría dos veces al día. Cuando llovía, no me mandaban a la escuela y yo encantada. No tengo muchos recuerdos de esa primera época.
   
    La escuela era pequeñita y con pocas niñas, la maestra fue la misma para unas cuantas generaciones aunque no era, precisamente, eficaz a la hora de enseñar. 

   Después mi familia se mudó a Madrid y allí fui a un colegio que a mí, en comparación, me parecía enorme, con un pasillo muy largo. Como yo era muy tímida, me pasaba el día temiendo que me sacaran a la pizarra. Aún hoy sueño con ello. No tengo en mi memoria más que a un par de niños que eran nuestros vecinos y a un maestro que sí era muy bueno. Una vez, nos castigó por no saber la lección y a mí que estaba la última de la fila, cuando me iba a dar con la regla en la mano como a los demás, debía tener tal cara de terror que se rió y me mandó irme.

   Luego, con 9 ó 10 años, volví a Asturias y ya mis recuerdos son más claros. Era la misma maestra que no nos había enseñado demasiado, pero las escuelas eran nuevas, separando a los niños de las niñas. Sólo nos enseñaba labores y poco más, nunca consiguió que yo me aprendiese los verbos. Sin embargo, después de casi 50 años, conservo aún a aquellas amigas. Todavía nos reímos mucho recordando las travesuras que hacíamos.

   Los cursos de Tiempo Propio han supuesto volver a recordar algunas cosas y aprender muchas otras nuevas; también me han servido para conocer nuevas y buenas amigas, grandes personas que de no ser por los cursos, nunca habría conocido.

Covadonga Ruiz (vocalía de Llanes)

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