miércoles, 26 de noviembre de 2014

ESCUELAS DE MUROS DEL NALÓN

Mis primeros recuerdos de la escuela son lo que tienen relación con lo que antes se llamaba "párvulos". Teniamos una maestra de unos 40 años que no tenía piernas, los pies los tenía a la altura de las gluteos. Ella se desplazaba arrastrandose por el suelo. 
Los niños y las niñas estabamos sentados en el suelo y ella tenía una caña de bambu, os podeis imaginar para qué.


Esta maestra se llamaba "Milina" y solo las letras del silabario.



Es el primer recuerdo que me quedó de la escuela, pues fue la primera persona y única que conocí con ese tipo de discapacidad.

Luego, con la edad de 6 años y hasta los 11 estuve en la Escuela Nacional. En el primer grado estuve hasta los 11 tuve una maestra muy buena que se llamaba Doña Emilia, que lo más que aprendía era las labores de por la tarde, que consistían en "vainica, cordón, cadeneta, festón,..." y rezar: tres aves Marías para salir todos los días.

Al cambiar de curso, al siguiente grado, la maestra era muy  mala, enseñaba bien, pero tenía mal genio. Yo, le tenía miedo y dejé la escuela para siempre.

Bonito relato, escrito por nuestra socia de Piedras Blancas, Pilar. 

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